Todas las
que estaban allí tenían una expresión de interrogante a la que yo le di la
respuesta. Todas se quedaron de piedra, de repente la otra chica que me
acompañaba se zarandeó de un modo extraño, comenzó a decir cosas sin sentido y
sus ojos estaban en blanco, parecía estar poseída. Le conseguí entender las
palabras: “Tú, ella, como yo” ¿se
refería a que la chica y yo éramos como ella? Entonces dijo: “Ahora ella me
acompañará, para que se sienta como yo y luego tú” La chica se puso en pie, por
un momento pude ver su auténtica yo con una expresión de miedo y en ese preciso
momento dio cuatro pasos hacia detrás y desapareció. Un golpe se oyó y todas
nos acercamos con temor, había caído en un hueco para una tumba que no estaba
cerrado y había muerto, cayó de espaldas y en su cara se veía el miedo que
sintió, tenía los ojos muy abiertos y la boca abierta, su piel se volvió pálida
y tras su cabeza un gran charco de sangre se formó, daba realmente miedo.
Todas las presentes se quedaron
impactadas y rápidamente comenzaron a dejar sobre el tablero toda clase de
pulseras, pendientes, cadenas, etc. Yo no podía evitar sentir un miedo
horroroso y rápidamente dejé mi reloj, el tablero se quedó allí con todas esos
objetos encima, mientras todas nosotras salíamos corriendo de allí. Muchas de
nosotras con lágrimas en los ojos incluida yo, no sabíamos qué hacer y nos
fuimos lo más rápido que pudimos a nuestras casas, yo no podía dormir, la
imagen de aquella pobre chica no se me iba de la cabeza, pero el cansancio pudo
conmigo y dormí unas horas.
A la mañana siguiente estaba
agotada, me dirigí hacia el baño y cuando me fui a lavar la cara… ¡tenía el
reloj puesto! Me quedé de piedra y rápidamente cogí mi móvil para llamar al
resto de las chicas, pero ninguna me cogió el teléfono. Salí corriendo al salón
para utilizar el fijo y llamar a sus casas, ninguna había vuelto anoche. Un
escalofrío recorrió mi cuerpo desde las puntas de los dedos de mis pies hasta
el último pelo de mi cabeza. Entonces fui al dormitorio de mis padres para
contarles lo que había sucedido, pero no se despertaban, me acerqué para
tocarles y que se despertaran, pero mi mano los atravesó. Aquella noche ninguna
de nosotras habíamos vuelto a casa; todas habíamos muerto.
.......
Y aquí se caba esta historia, espero que les haya gustado y la semana que viene volveré con más historias o tal vez algo diferente... nunca se sabe :3 Ya me despido. Hasta prontoo ;)
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